sábado, 1 de noviembre de 2008

DOS PARADIGMAS DEL PENSAMIENTO SOCIAL EN LA GLOBALIZACIÓN

Dos Pradigmas del Pensamiento Social Literario en la Globalización
Francisco Vásquez Carrillo

Han corrido seculares textos literarios por los ríos de la historia. Nuestro disimulado darwinismo, ha seleccionado lecturas que nos permite degustar con entusiasmo Las Mil y una Noche, La Iliada, La Odisea, Los Miserables, El Médico a Palos, El Lazarillo de Tormes, Robinson Crosoe, Romeo y Julieta, El Quijote de la Mancha, El Cid, Utopía, Los Comentarios Reales de los Incas, etc. Han desafiado al tiempo y seguirán resistiendo otros siglos amurallados, hasta que al hombre no se le ocurra autosuicidarse globalmente.

LOS SENTIMIENTOS Y EL PODER: Por las raíces sanguíneas de éstos libros, trascienden dos aspectos primordiales: a) Los más excelsos sentimientos y las más viles miserias morales humanas: el honor, orgullo, amor, odio, heroísmo, la ironía, cobardía, perseverancia, solidaridad, envidia... y b) Trasluce una permanente lucha del hombre y grupos sociales por arrebatar o mantener su parcela de poder económico, social, político, ideológico, religioso, etc. Dos elementos esenciales que mueven la vida de los individuos y sociedades.

Los escenarios sociales en el fondo son los mismos: el ingenioso Gato con Botas hace poderoso a su desprotegido y enclenque amo. El conmovedor Don Quijote de La Mancha lucha contra la corriente para obtener justicia sobre su rayado territorio; disfrutamos de la lectura a Rodrigo Díaz de Vivar guerreando en el Medio Evo que impidió la expansión almorávide hacia Aragón y Cataluña conquistando y dominando Valencia, etc. Lo leemos cómo si hubiesen sido escritos en la actualidad, si sacudimos sus vestimentas, giros lingüísticos, en la línea del tiempo se interceptarían los sentimientos individuales con los intereses y ansias de poder. Características culturales inmanentes al hombre. En el desarrollo de la historia cambian los personajes, los modelos económicos, las costumbres, las viviendas, las comunicaciones pero los sentimientos y los intereses en esencia sino son iguales, son similares.

LA HISTORIA Y LA LITERATURA: La Historia, es uno de las ciencias sociales que se ha prestado solvente a la evolución de la literatura, en sus diferentes géneros. La relación de la Historia y la Literatura refleja una respuesta artística a la voluntad, a los sentimientos, a la fe, a la emoción social exponiendo desnuda la piel a los peligros del azote de la naturaleza de las épocas y eras histórica. “Uslar Pietri es uno de aquellos autores que manejan con oficio la incorporación de los mitos colectivos latinoamericanos, promoviendo una actitud historiográfica alejada de los rezagos del colonialismo cultural y un patrioterismo excesivo” (Gonzalo Pantigozo), en esa misma calidad imaginativa y sensibilidad, la poesía de Ernesto Cardenal deleita haciendo suya la historia nicaragüense, suministrando la capacidad creativa con la fuente real. Rafael Bosch, considera a Pablo Neruda como el poeta que examinó la historia de forma crítica en el que despliega los fenómenos sociales, sus clases, conflictos combinando con la sicología de los individuos. Examen histórico que le estampa una fuerza de interpretación y reflexión de la realidad histórica disímil y poderosa del hombre latinoamericano.

LA HISTORIA COMO OBSESIÓN LITERARIA: El plano social actual en el que coexistimos, es un paisaje de laberintos signada de distorsión de valores universales. Donde se vulnera las convenciones aceptadas por los países post Segunda Guerra Mundial como el de Ginebra, y se quebranta con la mayor lucidez y elegancia. En nombre de la democracia y la libertad, los EE.UU. se ha convertido en el policía del mundo, asintiéndose el derecho de juzgar, fiscalizar, acusar convirtiéndose en un verdugo mundial. Al decir de Miguel León Portilla, los EE.UU proyecta clonarnos a imagen y semejanza de ellos.

Desde la caída del Muro de Berlín, la tierra es casi una “aldea” como lo predijo Mc Luhan, en casi dos decenios los noticieros televisivos desde recónditos reductos del planeta, han enfrentado a los ojos de nuestra moral, guerras de fascinantes colores en el Golfo Pérsico, Kosovo, Afganistán e Irak. Sometidos en la aldea de nuestra casa balbuceamos inmolaciones suicidas; terroristas decapitadores; bombardeos y exterminios masivos sin importarles la presencia de niños, mujeres, ancianos, patrimonios culturales; saqueos y extirpación de las últimas reservas de espíritu digno y firme de pueblos algunos desarmados y otros armados a manera del bíblico David delante del impasible ciudadano universal norteamericano Goliat. Una minúscula ciudadanía cosmopolita a respondido en “multitudinarias” revueltas como el de Seattle, Praga, Génova y el inmisericorde rechazo plasmado en las ánforas a favor de la vuelta de los soldados españoles a su tierra de Irak. En éstas gestas de las más espeluznantes epopeyas homéricas, ha dado lugar a la aparición de líderes antiglobalizadores que fungen la representatividad de las sociedades civiles del globo terráqueo, tales como Noami Klein, Noam Chomsky, Michael Hardt, Antonio Negri entre otros, a falta de organizaciones representativas con ideas vertebredadoras.

Somos rehenes nativos de nuestro tiempo. Estamos secuestrados por la locura, la irracionalidad, depresión, contaminación, alarmas nucleares, masacres, secuestros, contrabando, drogadicción, glamour con consiguientes frustraciones y desengaños tras las murallas de las fibras ópticas(Internet, satélite, cable, etc.). hechos y manifestaciones sociales que están tropezando con distintas formas de respuesta en todas las disciplinas y actividades humanas.

En ésta situación el hombre que se ocupa de la creación artística mediante las letras, acude a diversas posturas, corrientes estilísticas e ideológicas para explicar su circunstancia. La realidad tornado en una amenaza, se convierte en una obsesión literaria. El escritor transforma la verdad fabulando, metaforizándolo sin perder la objetividad de la realidad. Rosa Montero, señala que la literatura te da la posibilidad de vivir porque inventas el mundo que quieres. La literatura con el poder de la palabra conflictua los pensamientos cautelosos y celosos guardianes de estructuras pétreas y hay quienes consideran a la literatura como el advertidor de lo que va suceder a partir de los problemas presentes. (Premio Nobel, Kenzaburo Oé).

El creador busca una explicación y expone sus ideas viviendo la vida de sus personajes, refugiándose unos en una literatura ecléctica; otros en una literatura sin fechas, escenarios, personajes; varios describen con ortodoxia la realidad; algunos como Alvaro Mutis buscan apoderarse de un lenguaje que pudiera ser pronunciado de la misma manera en cualquier idioma, sin tratar de mejorar al mundo ni a los hombres. Aparece en otro ángulo un sector de escritores usando un estilo narcisista , exhibiendo éxitos comerciales vinculado a grandes empresas que se banderillean con las últimas técnicas marketeras, volviendo a neófitos y perfectos desconocidos en verdaderos bets sellers.

EL FIN DE LA HISTORIA Y EL NACIMIEMTO DEL TEÓRICO DE LA LITERATURA HISTÓRICA: A diferencia de los demás escritores, algunos prefieren por una literatura ceñida a la pesquisa histórica como Mario Vargas Llosa, pero para demostrar el fin de la propia Historia. El escritor peruano es el máximo exponente y el más preclaro pensador de la corriente neoliberal literaria. El representa en la literatura lo que en la sociología representa Peter Dracker, Francis Fukuyana o Samuel Huntington convertidos en los novísimos gurús del radicalismo neoliberal.

En la novela El Paraíso en la Otra Esquina, el artista exhibe a una Flora Tristán obsesionada por la idea de una utopía colectivista y en el caso de Gauguin por una utopía individualista. “Ella soñaba(afirma) con una sociedad perfecta, basada en la justicia, en la igualdad entre hombres y mujeres; y en el caso de Paul Gaugin, su utopía era diferente, pues aspiraba a una sociedad en la cual el arte estaría al alcance de todos los ciudadanos, el placer sería un derecho que podrían ejercitar todos sin distinción y, al mismo tiempo, se mantendría todo el vigor y la intensidad de vida de los pueblos primitivos.”El escritor ideólogo, concluye que la utopía social es = a “dificultad”, “catástrofe”, “bancarrota” el que ha acarreado a la humanidad: fascismo, nazismo, comunismo que se entienden como descomunales sueños “generosos” pero “a veces macabros”, destructivos, por ende concluyen yaciendo como proyectos utópicos “inviables”. Considera que la sociedad democrática liberal, es la única llamada a seguir perfeccionándose.

Admite que la utopía individual es = a “sensatez”, “fertilidad”, y “benignidad” que sirve de vaso comunicante para la humanidad orientada a un espíritu “constructivo”. Considera que en el campo individual la utopía es “generosa” y advierte concluyente que en el campo creativo individual “de hecho la literatura es en sí una utopía, es vivir a través de las palabras, a través de la imaginación (pero)en un mundo mejor del que tenemos” (Citado por Rubén Loza Aguerrebere).

La recurrencia del laureado escritor hacia la historia es para estimagtizarla, fosilizarla como instrumento utópico y nula posibilidad de progreso para las sociedad actuales y los coloca su uso como un riesgo para las sociedades del siglo XXI y a cambio glorifica los proyectos utópicos individuales considerándoles como los salvadores de la humanidad, en la misma dirección del pensamiento neoliberal que exalta la acción individual y a continentes sociales los posterga, excluye marginándolos como los desadaptados, restantes, indocumentados, incultos, desempleados que engruesan la multitud equidistante del “yo” exitoso, absoluto, único y real. Para el pensamiento postmoderno las colectividades que no se insertan al mundo de la libre competencia no aportan al progreso material y cultural de la humanidad, sino representan un obstáculo y no deben ser dignos ni a la solidaridad; puesto que ni se les conoce sentencia con desparpajo y cinismo Fedrerich Hayek. Han anunciado que nos encontramos ante el último hombre evolucionado socialmente, suponen que en adelante existirán conflictos pero por prestigio y para satisfacción del ego individual(Francis Fukuyama).

En el terreno de la historia afirman que hay que alentar la historia de las comunidades internacionales, como la Cruz Roja, Club de Leones; la dolarización lucha multinacional contra el mercado negro; la contaminación ambiental; el rompimiento de las fronteras nacionales y culmina fulminante Dracke y Fukuyana, conforme a Enmanuel Kant la historia apunta hacia una Historia Universal y sería el preciso momento para abandonar las cátedras de las historias nacionales que se encontrarían en franca decadencia junto al Estado y las patrias.


EL PENSAMIENTO UTÓPICO INDIVIDUAL DE MARIO VARGAS LLOSA Y EL PENSAMIENTO UTÓPICO SOCIAL DE JOSÉ MARÍA ARGUEDAS: Entre el pensamiento social y la teoría literaria; Mario Vargas Llosa ha construido un puente luminoso entre la creación artística y el pensamiento del libre mercado a ultranza.

La idea de la ineptitud de las utopías sociales, le fue marcando en sus memorias inaugurales en Contra Viento y Marea(1983), pero es donde en La Utopía Arcaica. José María Arguedas y las Ficciones del Indigenismo (1997) donde desarrolla todo una tesis teórica, valiéndose de un notable indigenista que pudo haber sido Mauricio Magdaleno, Ciro Alegría, Juan Rulfo o Rosario Castellanos. El pensamiento Arguediano es una genial excusa y argumento para contrastar su tesis y de paso confirmar la supremacía del más ilustre novelista del siglo XX peruano. Fue Arguedas y no Flaubert, tampoco fue Faulkner o Sartre ellos no son parte de aquella mancha india que sigue postergado como indio o como cholo, al margen de la conciencia vargasllosiana que desde la década de los sesenta estudiarían Anibal Quijano, José Matos Mar y el más esclarecedor pensador de éste fenómeno social y racial es probablemente el desaparecido Alberto Flores Galindo.

Vargas con su acostumbrada pasión colosal, sostuvo que José María Arguedas ha intentado "defender al indio de visiones caricaturescas y folklóricas que lo perjudican", planteando un indigenismo "no como una verdad histórica como hacía Arguedas, sino como lo que es, una mera ficción".

Disímil al mundo de Vargas el mundo arguediano coloca a la cultura andina como un mundo mágico lleno de crueldad, injusticia y violencia; pero que recordaba con avidez, la fuerza moral y ternura, la música, a los danzak, al cóndor que asolaba al toro embravecido, ritos y el cariño del pueblo indio. Arguedas planteaba el indigenismo como una verdad histórica (Mary Carmen Ambriz). Su visión del pueblo indio fue real, como real son los desplazados y desaparecidos a consecuencia de la guerra entre el terrorismo senderista y el de las Fuerzas Armadas; como no es falaz la presencia en las urbes del vendedor arreando un carrito sanguchero, emolientero, el personaje ambulante que a diario pelea con los policías municipales para sustentarse. Es el mismo que vive en los andes bajo un techo de paja y ahora muchos pernoctan bajo techos de esteras. Los indios cambiarán de ropa, idioma, religión, país, etc. Pero seguirán irradiando sus costumbres, su visión mística de la histórica en éste espiral evolutivo no se observa necesariamente un desplazamiento cultural más bien una incorporación occidental al bagaje que ha acumulado por milenios. La tijera española es el instrumento del danzante que luce orgulloso, la guitarra occidental es el charango demostración cualitativa de evolución cultural nueva sin perdida de las venas originales de su vertiente andina, “ahora bien, todos sabemos que la corrida de toros es una tradición típicamente española. Es más, el toro es un animal que no existía en América hasta la llegada de los españoles. El toro junto con la vaca, el caballo, el perro, la gallina y el cerdo, fue importado por los españoles y no era conocido por la gente de los Andes.

Entonces, ¿cómo se puede hablar de una "utopía arcaica" (o antigua) cuando Arguedas estaría defendiendo una tradición mestiza? Es una tradición mestiza porque la corrida de los Andes no es ya una corrida típicamente española sino que ha sido modificada con elementos indígenas. Por lo dicho, concluyo que -en todo caso- el Arguedas de "Yawar Fiesta" buscaría conservar una cultura, que no es ya la cultura antigua de los indios, sino una cultura modificada por el encuentro con los españoles”, nos ilustra Umberto Toso.
LA MODERNA CONCEPCIÓN SOCIAL LITERARIA DE JOSÉ MARÍA ARGUEDAS DESDE LAS COMUNIDADES INDÍGENAS: Arguedas no opuso el pasado en desmedro de lo moderno o descubrimiento, hecho o uso más contemporáneo lo criticó en el natural derecho a existir como un hombre perteneciente a una comunidad diferente, sin asumir mundos bipolares de su tiempo o un hombre duplicado y despojado del sentido de vida e identidad al decir de José Saramago. En El Sexto, hay unas expresiones que ilustran, el núcleo del pensamiento arguediano, que podrían contestar los cuestionamientos vargasllosianos, dice: “A un hombre de tantos siglos de historia no se le puede destruir y sacarle el alma fácilmente, ni con un millón de maleantes y asesinos. No permitiremos que el veneno del lucro sea el principio y el fin de sus vidas. Queremos la técnica, el desarrollo de la ciencia, el dominio no para uniformar sus cuerpos y almas, para que nazcan y crezcan peor que los perros y los gusanos, porque aún los gusanos y los perros tienen cada cual sus diferencias, su voz, su zumbido, o su color, tamaño, distintos no rendiremos nuestra alma”.

Tratando de interpretar el texto, podríamos desglosarlo en cuatro ideas fuerza:

1) El Perú no es un país fruto de inventos de militares, revueltas o una república sin causas genéticas previas, ella sustenta en una riqueza histórica milenaria. La idea de concentrar lo ocurrido en el inconsciente colectivo histórico para transformar la sociedad es un pensamiento propiamente moderno que ahora los globalizadores echan bajo tierra. La sociedad seguirá su ritmo ascendente. Es inconcebible que las sociedades marginales no logren su desarrollo mientras existan, y en ellos subsista la voluntad de transformación. Las sociedades seguirán su rumbo al futuro mientras no pierdan su condición humana, mientras tanto seguirán soñando, continuarán creando mitos y utopías en conquista de solidaridad, igualdad y libertad.

2) Su oposición diametral al lucro. Antepone los intereses humanos que al fetichismo del dinero. La idea del demonio del lucro ha sido una debate cultural y moral de los primeros cristianos que se opusieron al dinero al que consideraron la fuente de los pecados, que luego la burguesía y la propia iglesia santificarán y ahora todos concuerdan con su necesidad de intercambio. Pero ahí no radica el problema. Arguedas realizó convenios económicos con las editoriales, no se corrió del dinero, pero tampoco ajustó a su obra y vida a un simple valor comercial. El problema no es el dinero en sí, es el afán de lucro desmedido que acaba al hombre convirtiéndole en una herramienta. En Arguedas no hay propuestas sociales autárquicas desligadas del concierto internacional, el mismo viajó por Europa y dictó conferencias en los EE.UU. El hombre que centra su vida en el lucro, por el lucro más allá de sus satisfacciones fundamentales y secundarias se ha convertido irremediablemente en un esclavo deshumanizado de su propia creación.

3) En la tácita aceptación de la ciencia y la tecnología y su mutua correspondencia con los proyectos sociales de carácter nacional; Arguedas reclama el aporte científico y tecnológico como propiedad de la humanidad, al que todos aspiramos sin perder independencia o identidad. El aporte de Arguedas es el haber mostrado que en el Perú, siguen existiendo las comunidades indígenas a pesar de la ignominiosa explotación y exterminio de los españoles y criollos en más de cinco siglos; ellos no huyen de la modernidad sino pugnan por insertarción en mejores y en igualdad de condiciones para negociar, transar, dialogar con cualesquier país desarrollado.

4) Vindica el derecho a la diferencia y su identidad cultural por más minoritarias que éstas sean tienen derecho a no ser clonados por nadie. Éste es uno de los problemas nucleares de la globalización. La lucha antigua de clases sociales de la industrialización clásica, parece ahora expresarse en varios lugares como una lucha por identidad cultural o por soberanía nacional digna sin interferencias o intervenciones de ningún tipo. Es la resistencia por ser distinto, causa por el cual pueblos enteros no rinden sus espíritus aun ante la presencia se sofisticados armamentos y soldados hechos para lastimar, atacar, torturar y aniquilar.

Es cierto el fenómeno de la globalización, a éstas alturas, es irreversible, el problema es cómo y en qué condiciones se enlaza una sociedad a un caótico tejido llamado globalización. Preocupación valedera y vigente que se ha convertido en el centro de atención mundial. El tema de la globalización está estrictamente relacionados con: a) La Historia b) con la Identidad cultural y nacional y b) El carácter del Estado, que dejaría de ser nacional para ser una simple aldea administrativa colonizada y no un Estado-Nación.

El Perú se ha dicho hasta la saciedad que es pluricultural, multinacional y ahora intercultural entendido como visión futura. Y es que las diversidades sociales-culturales se renuevan constantemente y se apropian de una variedad de rasgos culturales. La cultura andina no es pura como tampoco la norteamericana o francesa el que no implica la generación nuevas formas de unidad en los patrones y estructuras sociales, de lo contrario hace mucho tiempo por ejemplo los departamentos de Loreto o Arequipa hubiesen disputado por su independencia, hecho que no ha ocurrido, entonces podemos deducir que en el Perú, hay un hilo o varios que nos sujetan para sentirse como peruanos a pesar de los agravios y la sordidez burocrática del Estado.

Entre los paradigmas del pensamiento social literario: José María Arguedas y Mario Vargas Llosa hay un común denominador no sólo escribieron para la complacencia literaria-gramatical; ambos interpretan la realidad socio histórico y lo presentaron como postulados que fueron debatidos (caso Todas Las Sangres), y siguen encontrándose en la querella teórica sobre el futuro de nuestra sociedad hasta en nuestras horas reinantes.

LA LITERATURA SIGUE SIENDO FUEGO PARA EL ESTABLISHEM: Hay que reconocer que Vargas Llosa ha timoneado su vida en peligro transitando en polos opuestos, desde su postura pro castrista, hasta su oposición aprista y antifujimorista. Una vida azarosa y apasionada concibiendo como él diría en 1967, La Literatura es Fuego... “es una insurrección permanente y ella no admite camisas de fuerza”, o aquella frase que ahora debe hacerle sonrojar “Yo quiero ... que América Latina ingrese de una vez por todas en la dignidad y en la vida moderna, que el socialismo nos libere de nuestro anacronismo y nuestro horror.” Luego de su paso político castrista y literario Sartreano los abandonó por causas múltiples y fue apostarse a la lectura de Alexander Herzen y a Isaiah Berlin y descubrirá que no es justificable sacrificar a las generaciones actuales por futuros esplendorosos. Solucionando su dilema entre ofrendar la libertad individual u optar por utopías particulares y poco esplendorosas por la justicia, igualdad y utopías sociales. Tiene claro que la igualdad es incompatible con la libertad y prefiere a la libertad individual sin importarle que es la que produce una fauna humana engendradora de las más insanas desigualdades y explotaciones. Prefiere éxitos sociales mediocres pero efectivos a las grandes soluciones “fatalmente quiméricas”. Como el mismo dice “hace algunos años perdí el gusto a las utopías políticas, esos Apocalipsis que prometen bajar el cielo a la tierra: más bien suelen provocar iniquidades tan graves como las que quieren remediar”. A un año, en 1981 diría categórico que el “nacionalismo es la cultura de los incultos y éstos son su legión”.

Hasta la fecha no se ha podido ver a un país presumiblemente más globalizado como los EE.UU y más nacionalista a ultranza y arraigado a una identidad costumbrista que ninguno, puesto de manifiesto luego de la acción terrorista del aquel fatídico 11 de Septiembre, aquellos días las banderas de los estados norteamericanos se agotaron en las redes de sus tiendas y los cánticos del himno nacional resonaban como en los tiempos memorables del triunfo de la Segunda Guerra Mundial. Y ni hablar de las censuras impuestas por el estado norteamericano a los periodistas que captaban imágenes desagraviantez a la dignidad humana ocurridos en Afganistán e Irak, ambos guerras vengativas en defensa de su Estado-Nación y en defensa de la libertad individual por ende la continuidad de su estado nación para la expoliación de los pozos petroleros de aquellos lejanos países árabes; pueblos a quienes le fueron transgredidos cuanto derecho existe en nombre de la democracia e ideales occidentales como el cristianismo, el orden mundial, etc.

¿Para que sirve un ejercito que ocupa un país tercermundista sino para defender una nación que en éste caso veladamente defiende intereses de grupos empresariales transnacionales? ¿Para qué una guerra sino para defender a sociedades y a las instituciones del Estado ante la amenaza de avezados terroristas?. La práctica ideológica no se trasluce con la teoría ideológica y por eso resulta que el post capitalismo antepone sus carretas de guerra antes que sus caballos en la historia que siguen escribiendo aunque no lo desdeñen. Vargas y otros escritores de la talla de Saramago, Gunter Grass no han estado eximidos y han opinado sobre estos hechos a orillas equidistantes.

LA LITERATURA VINCULADA A LA IDENTIDAD, NACIÓN Y LA HISTORIA COMO RECURSO CONTRA LA CAÓTICA GLOBALIZACIÓN: En 1,995 un Vargas Llosa cuajado y curtido defensor de la sociedad demoliberal dirá: “Toda preocupación por la “identidad” de un grupo humano me pone los pelos de punta pues he llegado al convencimiento de que tras ella se embosca siempre una conjura contra la libertad individual.” En efecto ya no es la igualdad, la solidaridad, la libertad como fue concebida por la Revolución Francesa los ideales supremos de la era contemporánea. En la actualidad el peligro supremo para el estatus quo, hoy es la “identidad” , la libertad e igualdad social. Y es que identidad implica la consolidación de estados-naciones que mantengan sólidos sus religiones, profesiones, ideologías, tipos de familia, costumbres vernáculares, respeto étnicos, etc. Fenómenos sociales que representan verdaderos obstáculos para los megaproyectos globalizadores. El mundo no puede caminar en función de un ideal, de un país, de una sola pasión; el mundo es la constitución de católicos, islamitas, budistas, protestantes, liberales, socialistas, conservadores, diplomáticos de pantalones y frac o de túnicas y turbantes. El solo pensar que los hombres únicamente beban Pepsi Cola; coman sólo productos Mc Donal; hablen el ingles; se compre o venda exclusivamente con dólares; vistan con el tipo de terno y corbata de Bush dejando de lado otras opciones originales, el mundo mismo no tendría sentido de vida y volveria emerger actualizado la tesis de la sociedad unidimensional de Herver Marcuse . Sería el inicio de la uniformización, de una militarización velada, un mundo unicorde, aburrido y monótono. Justificable, sólo, y salvo una invasión extraterrestre globalizada en el que todos por el planeta Tierra, actuaríamos cual superhéroes desde nuestras trincheras. Asistimos ante una clandestina y otras abierta y sórdida imposiciones de novísimas camisas negras etiquetadas de logos (Noami Klein) y totalitarismo demo-neoliberal mundial nunca antes visto.

LA HISTORIA COMO ESCUSA LITERARIA: El escritor peruano ha demostrado ser un innovador estilístico y estructural de novelas basadas fundamentalmente en la historia, contestando con letras de fuego, fiel a sus ideales del 70 en contra de las dictaduras, los ideales obsesivos, en contra de los patriarcas latinoamericanos enunciados en La Casa Verde, La Ciudad y los Perros(1963), Conversación en la Catedral(1969), la descripción de los dogmatismos colectivos en La Guerra del Fin del Mundo(1981), La Historia de Mayta(1984), Lituma en los Andes (1993), Los Cuadernos de don Rigoberto (1997), La Fiesta del Chivo(2000) y el más reciente El Paraíso a la Otra Esquina. En cada novela, nuestro escritor se aleja más del presente hurgando el pasado para demostrar sus ideas. ¿Cuál será tema de su próxima novela?,¿Podría nuestro laureado literato escribir una novela de la guerra contra Irak, y demostrar que la libertad individual se encuentra por encima de la libertad social? O por ejemplo ¿qué la identidad nacional Norteamérica es de incultos, no existe y no sirve para nuestros tiempos? O nuevamente ¿preferirá refundirse en los meandros de la historia de siglos atrás para demostrar la justicia de sus reflexiones? ¿Ya no cabe en él la duda descartiana? ¿son sus ideas últimas y verdaderas?

Vargas Llosa es actualmente un escritor particularmente previsible. Coge a la Historia, lo impulsa elegante hasta herirle hasta la desgracia y es ahí donde le propina un tiro de gracia, criticando y desautorizando las posibilidades de la creación de nuevas utopías sociales basadas en identidades culturales del que huye, y se refugia en una deleznable utopía individual atomizada, sesgada y extirpándole una verdadera dimensión y esencia social al hombre.

La visión vargasllosiana decae en pesimismo sobre la condición humana, la zozobra, desazón aterrorizándole a salir del establishement; ha perdido la fe en la continuidad evolutiva de la historia y se asila en la mera ocupación del desarrollo del pasado para confirmar tesis finitas. El mexicano Miguel León Portilla afirma que la historia no solo narra hechos, datos sino busca un significado a todo eso y el hombre se vuelve un constructor de su historia. Vargas tiene miedo a la libertad de la continuidad futura de la historia.


Es obvio que el mundo ha cambiado luego de un siglo XX convulsionado. Lo cierto es que con la misma agua que se baño hace cientos de años atrás Heráclito, seguimos bañándonos sólo que en diferentes espacios, otros puentes y otros personajes que siguen comiendo, durmiendo, fastidiando, riendo, hiriendo, amando en diferentes formas pero con las mismas esencias terrenas, biológicas, y del sentido del bien y el mal.

LA HISTORIA COMO MOTOR LITERARIO: La historia se ha convertido en el centro de la atención mundial: unos para lapidarlo y otros para proyectarlo al futuro. Luis Enrique Tord, dice que la historia es una disciplina de combate del presente. La literatura hermanada con la historia podría lograr la recuperación del subconsciente colectivo peruano que le ha sido amputada, porque sólo han exaltado la explotación española y la república de los españoles peruanos que se rindieron ante sus padres y abuelos españoles con la ridícula Capitulación de Ayacucho, postergándose la memoria de más de 10,000 años. La batalla de José María Arguedas está intacta. El escritor futurista es aquel que reivindica el pasado como alternativa y motor de la sociedad y la literatura en sus diferentes géneros es un dínamo que tiene que alejarse del descuido estilístico, del diálogo farandulero, anecdotario, autobiográfico, que no ofrecen una intención literaria como certifica Bryce al criticar a Bayly.

Requerimos nuevos giros, ritmos, expresiones e invenciones literarias, es un deber moral y existencial arraigarnos de nuestro entorno. Xavier Velasco disertaba, que para escribir su novela Diablo Guardian(2003) tuvo que contactarse con personajes de videojuegos, “chingado” de pacman y cocainómanos y asegura haber tratado de “hackear” sus cerebros y meterce en los meandros de su cabeza y contaminarse con ellos.
En nuestra aldea peruana se justifica la “fabricación de hermosas mentiras”(William Boyd) con el objeto de exponer verdades sobre la dimensión y condición humana.

Nos quedamos con la siempre refinada afirmación de Mario Vargas Llosa, en La Utopía Arcáica: “Arguedas es un escritor privilegiado porque en un país escindido en dos mundos, dos lenguas, dos culturas, dos tradiciones históricas, a él le fue dado conocer ambas realidades íntimamente, en sus miserias y grandezas y, por lo tanto, tuvo una perspectiva mucho más amplia que la mía y que la mayor parte de escritores peruanos sobre nuestro país”, probablemente esa “pequeña” diferencia “privilegiada” de Arguedas es la ecuación fundamental del Perú, él estaba posesionado con “milenios de historia de gente entremezclada hasta la acidez y la dinamita”. (13 de febrero de 1969). Evidencias que hacen de Arguedas mantenga una perspectiva de país mucho más profundo, real, vital y vigente que el del amigo que aborda al Perú desde una vitrina que ha querido convertirlo en un espejo burdo de la realidad y transformado ahora en su contumaz crítico.
LA INTOLERANCIA DE LA LITERATURA NEOLIBERAL: En los últimos meses, Vargas Llosa ha ido elevando la calidad y valor del pensamiento de Albert Camus, al que cita: “en la historia desgraciadamente hemos visto como el talento literario y el talento artístico, de ninguna manera garantiza la lucidez política y cívica". Si bien es cierto que Mario Vargas Llosa. No es vocero de un gobierno específico(salvo los primeros años del gobierno toledano), en cambio se ha convertido en un acertado vocero de los regímenes demo neoliberales, que desde nuestro humilde punto de vista no necesariamente a suprimido su lucidez artística, razón por lo cual no es una prueba para lapidar a los actuales intelectuales y escritores que se han inclinado por otros derroteros ideológicos como: Rigoberta Menchú, Adolfo Pérez Esquivel (Nobeles de la Paz), Gabriel Garcia Marquez, Nadime Gordimer (Nobel de Literatura) e intelectuales como Mario Benedetti, Ernesto Cardenal, Thiago de Mello, Eduardo Galeano, Jorge Sanjinés, Ariel Dorfman. El riguroso y minucioso escritor ha perpetrado, extrayendo los más sofisticados armamentos literarios cual contrataque del imperio, contra aquellos que se encuentran al extremo de sus axiomas.

Podemos, creo, a partir de éste análisis sucinto, establecer algunas conclusiones:
a. La historia y las identidades culturales se han convertido en fuentes inagotables de creación real imaginaria para el escritor contemporáneo que considera a la literatura fuego y trasgresión.
b. La literatura se encuentra inmersa y concatenada con la realidad actual del que no escapa de sus interpretaciones teóricas como el Fin de la Historia, Choque de las Civilizaciones, Identidades Múltiples, etc..
c. Continuar creando e inventando mitos y utopías sociales para alcanzar nuestra preciada liberación y conquista de igualdades sociales, idea que continuará al margen de nuestras mentes mientras el hombre siga rezagado del desarrollo de unos pocos, postrado como ser existente y se continué atropellando su dignidad al reconocimiento y respeto.
d. Los escritores que optan por un gobierno específico o una ideología no necesariamente mutila su potencial creativo como ha sido demostrado por el mismo Vargas Llosa y/o Gabriel Garcia Marquez.

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